Los origenes
La risoterapia practica desde hace mucho tiempo como técnica
complementaria no solo en terapias mentales, sino también en la curación de
enfermedades corporales.
Cuando se empezó a utilizar la risoterapia como técnica
curativa se creía en el poder que tenía para influir en el cuerpo, sobre todo
en los estados de ánimo alegres y felices, los cuales crean una predisposición
favorable para la curación corporal. La recomiendan como una practica
complementaria a las terapias curativas de gran efectividad.
En China los taoistas enseñaban que una simple sonrisa
aseguraba la salud, la felicidad y la longevidad: pensaban que la salud de una
persona era proporcional a las veces que se reía durante el día.
En la Edad Media uno de los momentos más importantes era la
actuación de los bufones durante las comidas con el fin de producir hilaridad
en los comensales, con lo que se lograba una mejor digestión.
Richard Mulcaster (1530-1611) recomendaba la risa moderada
como ejercicio. Robert Burton (1577-1640) erudito inglés propone la risa como
método terapéutico.
El filósofo alemán Immanuel Kant (1724-1804) decía que la
risa es «un fenómeno psicosomático».
El médico inglés William Battie, realiza tratamientos a los
enfermos mentales complementándolos con la utilización del sentido del humor.
Freud atribuyó a las carcajadas el poder de liberar nuestro
organismo de energía negativa. Esa catarsis -según él- nos permitiría vivir
mejor.
William McDougall, profesor de psicología en Harvard,
sostiene que la función biológica de la risa es para ayudar a mantener el
bienestar y la salud psicológica.
Los beneficios
Las ventajas de la práctica de la risoterapia son muchas,
entre ellas destacan: la disminución de la percepción del dolor, rebaja el
nivel de cortisol, combatiendo el estrés y el insomnio; mejora la función
pulmonar en pacientes asmáticos; aumenta el funcionamiento del sistema inmunitario;
reduce la ansiedad en el preoperatorio, sobre todo en los niños; limpia los
ojos y despeja de mucosidad la nariz y los oídos; ayuda a solucionar algunos
problemas dermatológicos;combate problemas cardiovasculares;mejora los cuadros
de estreñimiento; relaja las contracturas en la espalda…
La risa y sus efectos
Se ha demostrado que cuando una persona se ríe de verdad
entonces en su cerebro se libera serotonina, un tipo de endorfinas (neurotransmisores
secretados por la glándula pituitaria del cerebro, que tienen un efecto de tipo
opiáceo con efectos calmantes y analgésicos). Por eso las endorfinas se conocen
como “opiáceos naturales”.
También favorece la producción y liberación de sustancias bioquímicas
como la dopamina, que nos eleva el estado de ánimo; o la adrenalina, que nos
permite estar más despiertos y receptivos, proporcionando mayor creatividad.
En tal sentido, se han realizado experimentos científicos y
se ha demostrado con pacientes cardíacos que reírse ha sido saludable para el
corazón y en general para la salud.
Asimismo, se han realizado estudios y se ha encontrado que
cuando una persona se ríe con frecuencia, aumenta la actividad de su sistema
inmunológico, específicamente en la producción de Inmunoglobulinas A (IgA) e
Inmunoglobulinas B (IgB) que son las células que de manera natural matan las
células del organismo infectadas por virus y algunos tipos de células
cancerígenas.
También se produce un incremento de una substancia conocida
como “Complemento 3” que ayuda a los anticuerpos del organismo para precisar a
las células anormales o infectadas, y también hay un aumento de lo que se
conoce como “Gamma interferon” que da la señal a varios componentes del sistema
inmunológico para “activarse” y detectar anormalidades.
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